HITCHCOCK (Sacha
Gervasi, 2012)
No es una
gran película ni pasará a la historia, pero si es un simpático y emotivo guiño
a la figura del director. Como fiel seguidor del maestro del suspense, nunca me
sentí defraudado al ver esta cinta.
Su carisma
reside en la humildad del retrato de Hitchcock y lo absolutamente sublime de su
interpretación por un Anthony Hopkins irreconocible. Cargada de anécdotas y
llena del célebre humor del director que, con el doblaje, muchas de sus bromas
se disolvieron.
Divertida y
simpática.
***
EL CAZADOR (Michael
Cimino, 1978)
El gran
tratado sobre la amistad y la guerra que quedó sellado para siempre con la
magistral escena de la ruleta rusa. Un onírico sentimiento que más de uno ha
tenido, al ver transformado por completo a la persona a quien bien creía
conocer.
Ideologías y
sentimientos llevados al extremo.
Un día
escribiré un artículo donde exponga el lugar privilegiado que tiene la palabra “caza”
en el mundo del cine…
****1/2
LAS TORTUGAS
TAMBIÉN VUELAN (Bahman Ghobadi, 2004)
Tierna y, a
la vez, desgarradora historia sobre los verdaderos afectados de la guerra: los
niños. Si bien aparecen adultos, se podría decir que el reparto está integrado
exclusivamente por niños. Así se les dibuja ejerciendo labores de adultos (como
proveer productos o cuidar otros niños), mientras que a los adultos se les ve
ociosos y, simbólicamente, como meros espectadores de su propio juego.
Dura, pero
genial. Pese a lo brutal de su tesis, en ella sigue cabiendo esperanza y fe en
el género humano.
Se alzó con
la concha de oro en San Sebastián en 2004.
****
SILENCIO
ROTO (Montxo Armendáriz, 2001)
Montxo
Armendáriz en uno de sus mejores momentos, narra una historia de amor en plena
postguerra. La desolación de los personajes se comunica con la desolación del
paisaje, frío y húmedo característico de las montañas del norte de Navarra. Naturalista
y hermética, Silencio Roto es una de esas pocas películas que aún caen en blando
en el ya atiborrado y engordado género de la Guerra Civil española.
***1/2
LA HIJA DE
RYAN (David Lean, 1970)
Una de esas
largas películas de David Lean que, como Doctor Zhivago, pueden hacer de las
tardes de los domingos ratos inolvidables. Personajes humanizados y ambiguos y
las playas como testigos silenciosos de un comprometido triángulo amoroso.
Uno de llamados
últimos clásicos, un relato complejo con un punto de partida aparentemente
sencillo: el cuerpo y la mente de una chica joven, en plena efervescencia, en
una sociedad dogmática y opresiva. Este cambio brusco de matices son recogidos sensacionalmente
por la cámara de Lean, que los retrata en perfecta armonía, como si de un
cuadro se tratase.
*****
SUMMER WARS
(Mamoru Hosoda, 2009)
Clásico
moderno del anime de ciencia ficción. Una mezcla extraña y curiosa de cine
adolescente y ciencia ficción que trata un tema que más tarde haría popular a
la serie de televisión Black Mirror: el pujarte y amenazante avance de las
nuevas tecnologías en nuestra sociedad, aparentemente segura y bien
estructurada.
De
imprescindible visionado para todo el amante del género. Se alzó con el premio
al mejor largometraje animado en el festival de Sitges en 2009.
***1/2
PERSIGUIENDO
A AMY (Kevin Smith, 1997)
Entre toda
la filmografía de Kevin Smith destacaría Chasing Amy. Una lúcida comedia
(recordemos que éste es un género débil, no hay muchas comedias buenas) sobre
la amistad y las relaciones de pareja con muchos chistes, muchas palabrotas (al
estilo americano) y, sobre todo, mucha transgresión en temas que, por aquel
entonces, finales de los 90, aún constituían verdaderos tabúes en la televisión
y el cine americano.
Muy
divertida.
***1/2
UN DIOS
SALVAJE (Roman Polanski, 2009)
Una película
que todos los padres deberían de ver. El argumento es sencillo: dos matrimonios
se reúnen para charlar sobre la pelea que han tenido sus hijos recientemente.
Siguiendo el estilo de Polanski, irónico y cruel a partes iguales, los padres
acaban quitándose las máscaras y mostrando que tienen el mismo problema entre
ellos que sus propios hijos. Una fábula magistral sobre el comportamiento del
ser humano y de las familias, y que hace una lectura a la inversa del refrán
“de tal palo, tal astilla”.
***
ARRUGAS (Igancio
Ferreras, 2011)
Simpática (y
durísima) adaptación del cómic homónimo. Una animación sencilla en Flash que
alberga una historia compleja y brutal sobre la ancianidad y el desamparo. Sin
duda de lo mejorcito del género… hasta que llegó Michael Haneke con su “Amor”.
Pese a todo,
esta divertida cinta nunca pierde el sentido del humor que traspasa la
convención del chiste fácil para trasgredir con los estereotipos y engatusar
con el clásico sabor del realismo mágico (atentos a la escena de la mujer que
viaja en el Orient Express).
****1/2
ARGO (Ben
Affleck, 2012)
La última
película de Ben Affleck, una figura que recibe más críticas positivas por su
faceta de director que por la de actor. Esta vez se alzó en los oscar con el
premio más importante de todo el palmarés: la mejor película, “entregado” por
Michelle Obama.
Pero vayamos
con calma: la trepidante y frenética historia, en parte debido al mérito del
montaje, se vende sola en los mercados americanos. Su historia y el ritmo es
precisamente el propio del cine americano moderno, todo en su justa medida e,
incluso, se permite alguna crítica al gobierno del tío Sam. En efecto, este es
un gran punto para comprender que debajo de todas esas toneladas de acción y suspense
brutal sabor cien por cine americano, quizás haya cabida para la subversión y
crítica del sistema. O puede que no.
En
definitiva: una película muy entretenida que coge lo mejor del género y lo
combina hábilmente para, así, llevarse merecidamente su recompensa final: el
premio a la mejor película. Y apunto: los oscar no son Cannes, gracias a Alá.
***1/2
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