jueves, 30 de diciembre de 2010

10 Reseñas (Diciembre 2010)

EL EXTRAÑO (Orson Welles, 1946)

Orson Welles tuvo que recuperar su credibilidad como director con esta pequeña y desconocida producción del cine negro. Su libertad de acción fue recortada a fotografía y planos, los cuales aprovecha hasta el último aliento del film, en un macabro juego de luces y sombras que hacen honor a todo lo que al cineasta le fue privado.

El extraño es, en resumidas palabras, una historia de persecuciones y de fantasmas del pasado, mitos europeos en América y sospecha hitchcockiana que bien podría recordar a “La sombra de una duda”

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I KILLED MY MOTHER (Xavier Dolan-Tadros, 2009)

La película, escrita, dirigida y protagonizada por un canadiense de 19 años, narra el odio que va desarrollando un joven muchacho hacia su madre. Estampa juvenil y fresca de un tema actual. Los planos, la fotografía, el montaje… todo resulta atractivo, pero falta madurez.

El film llegó, merecidamente, a los oscar seleccionada como mejor película de habla no inglesa, aunque se quedó en el camino. El muchacho es bueno, pero Campanella lo fue más (al menos ese año)

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UNDERGROUND (Emir Kusturica, 1995)

Esta película de Emir Kusturica que ganó la palma de oro en Cannes en 1996 viene a ser un claro ejemplo de que hay películas que siguen traspasando la concepción del propio cine actualmente.

En Underground los personajes son sucios y juegan unos con otros para conseguir sus propios fines: en el centro, un hombre esconde a otro en su sótano junto con un grupo de fabricantes de armas durante casi dos décadas, engañándolos con que la II Guerra Mundial aún continúa y así poder quedarse con la chica que ambos aman.

Una muestra desoladora del mundo real e imaginado.

****1/2

THE FALL EL SUEÑO DE ALEXANDRIA (Tarsem Singh, 2006)

Lo primero que llama la atención de esta película es su sobresaliente estética. La historia pretende emular una especie de Las Mil y Una Noches reducidísima y mucho más simple.

Lo que podría ser un exótico cuento indio, no pasa de ser un intento de producción americana de mucho presupuesto, bellísima estética, buenas ideas pero blando contenido. Tiene madera... pero no prende

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LA GRAN FAMILIA (Fernando Palacios, 1962)

Fue declarada de interés nacional al igual que otros grandes clásicos españoles de la época como “Surcos” (1951).

Esta película parece adaptada de un cómic por diversos motivos. En particular, lo caricaturesco de sus personajes, descritos en los créditos con apodos como “los melgos” “el padrino” o “la enamorada” y que se enmarcan en un ambiente de clichés que se van sucediendo por medio de gags.

Pese a que la película narra todo un año de vivencias de esta numerosa familia, parece haber habido una extraña complicidad nacional por encasillar a la cinta de Palacios dentro de un ambiente navideño, como ocurre también con la película de Frank Capra de 1942 ¡Qué bello es vivir!

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EL MALVADO ZAROFF (Ernest B. Schoedsack , Irving Pichel, 1932)

Ese gusto por lo salvaje, por el contacto del ser humano con terrenos que ahondan en lo que nadie puede controlar (la naturaleza y la mente humana), eran temas que el director Ernest B. Schoedsack volvería a tocar un año más tarde en King Kong, haciendo gala de modernos (para la época) efectos especiales.

Pero en El malvado Zaroff ya se encuentran estos atributos en una historia que mucho tiene que ver con la del mencionado King Kong: el “ser humano” en un mundo extraño donde es presa de un temible enemigo superior.

Fuelle falta pese a las deslumbrantes imágenes, la trepidante trama y el inteligente guión.

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DONDE VIVEN LOS MONSTRUOS (Spike Jonze, 2009)

Bizarra y oscura adaptación del cuento de Maurice Sendak que quizás pretenda crear un nuevo mundo como en su día lo hizo Pesadilla antes de Navidad: un mundo alejado pero cercano a los niños, compuesto de paisajes desoladores donde habitan unos seres que los niños idolatran y temen a partes iguales.

La película, que se torna algo redundante a medida que avanza, está perfectamente coreografiada por la música de Karen O, cantante y líder del grupo neoyorkino Yeah Yeah Yeahs.

***

LOS GIRASOLES (Vittorio de Sica, 1970)

Una de las películas más desoladoras de Vittorio de Sica. Narra la historia de Giovanna, una mujer que ve marchar a su marido a luchar en la Segunda Guerra Mundial pocos días después de casarse. Sin saber si está vivo o muerto, deja su casa para iniciar una infatigable y desesperada búsqueda

La psicología de los personajes evoca al Hitchcock de “Vertigo”. La música y ritmo de la película se entrecruzan en un océano de compasión y pérdida. Bella, de principio a fin.

***1/2

EL PRADO (Jim Sheridan, 1990)

El prado, en su sentido más próximo al mensaje de la propia película, podría denotar en cierto modo un Fitzcarraldo irlandés que lucha en contra de lo que no tiene vuelta de página, solo que este particular Fitzcarraldo no lucha en contra de la naturaleza, sino del género humano.

No obstante, la naturaleza tiene un peso importantísimo en este film que bien podría clasificarse de naturista por sus convicciones tradicionales y de valor hacia dichos bienes.

En el film de Sherridan, un viejo irlandés lucha sin descanso por un valle el cual ha trabajado toda su vida para convertirlo en un lugar especial.

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MEMENTO (Christopher Nolan, 2000)

Memento juega con los elementos básicos de cualquier thriller americano pero configurados bajo el punto de vista subjetivo del protagonista: un policía que sufre una extraña enfermedad amnésica que dificulta tanto su vida privada como su vida profesional, que se confunden en el film. Así, la composición del montaje representa toda la carga de interés de Memento y uno de los elementos más repetidos en la filmografía de Nolan. La película comienza desde cero cada diez minutos que va avanzando, y lo hace precisamente retrocediendo atrás en el tiempo desde unos inolvidables créditos (precisamente el final argumentativo de la película).

***1/2

miércoles, 1 de diciembre de 2010

Mis joyas del Cine Mudo (I): El Nacimiento de una Nación

Que haya escogido la película de D.W. Griffith de 1914 como la primera muestra de esta serie de entradas (que, esperemos, sea larga y completa) no es una casualidad.

El Nacimiento de una Nación ha sido descrita en muchas ocasiones como el nacimiento del lenguaje cinematográfico. Pese a que mucho de dicho lenguaje fue ya utilizado con anterioridad, especialmente por el cine italiano, fue Griffith el que lo reunió e hizo de él su propio sello. Creador de tópicos como "el rescate en el último momento", llevado a la gloria y crucificado posteriormente tras una dura pasión.

El Nacimiento de una Nación también figura entre las grandes películas polémicas de la historia del cine, lo cual acredita y concede más valor a lo que hablábamos en el párrafo anterior: ¡Cuánto deberá esta obra al cine que ha sido recordada y ensalzada pese a sostener una tesis tan, tan cuestionable!