Hoy ponemos
unas cuantas tierras lejanas y olvidadas en movimiento: hoy nos subimos a un
tren (el tren del cine) y contemplamos los pueblos que van quedando atrás en el
espacio y en el tiempo. Observamos cómo los temas principales de estas
películas (la juventud y la vejez, y el paso de las etapas de la vida) se
solapan metafóricamente con el género en el que se enmarcan: las road movies.
UNA HISTORIA
VERDADERA (IOWA/WISCONSIN)
“Cuando mis hijos eran pequeños solía jugar a un juego con ellos. Le daba una ramita a cada uno y les decía: “rompedla”. Podían hacerlo, era muy fácil. Luego les decía: “atadlas todas juntas y tratad de romperlas ahora”. No podían. Entonces les decía: “esas ramitas juntas es la familia”.”
Atípica pero
exitosa película de David Lynch (1999) dentro de su extraña y singular
filmografía. Basada en una historia verdadera sobre un granjero que viajó 500
kilómetros, desde Iowa hasta Wisconsin, montado en su cortacésped para poder
reconciliarse con su hermano antes de la muerte de este. Preciosa road movie sobre la expiación de las
culpas y la recapitulación de las enseñanzas de toda una vida. También una
oportunidad para poder contemplar los vastos campos de cultivo de Iowa y sus
pequeños pueblos grajeros.
NEBRASKA
(MONTANA/DAKOTA)
Una vuelta
de tuerca a Una Historia Verdadera de
Lynch: esta película de Alexander Payne de 2013 nos muestra la necesidad de
acercamiento de los ancianos. Como la anterior, esta se centra en una historia
curiosa pero común: un viaje de capitulación por parte de un anciano y la necesidad
de comprensión, a modo de despedida, del hijo hacia el padre.
Rodada en blanco y negro para captar la pérdida de color en la vida, la desesperanza y la decadencia de una mente que poco a poco se va apagando.
Pese a que
llegó a acumular un sinfín de nominaciones, con pocos premios pudo alzarse
finalmente la película. El más importante, sin duda, el premio al mejor actor
en el festival de Cannes para el protagonista, Bruce Dern.
ARIZONA BABY
(ARIZONA)
“Si funciona
será la primera de un viaje de operaciones por todo el suroeste: seguiremos
hasta que nos podamos retirar… o hasta que nos cacen. En cualquier caso, tendremos la vida
resuelta”.
Se trata de una comedia negra que se ríe del resto de dramas sobre delincuentes provincianos y vida rural en América.
Alocadísima,
esta singular road movie de los
hermanos Coen (1987) cuenta con una de las mejores interpretaciones de toda la
carrera de Nicholas Cage (irregular actor Hollywoodiense).
CUENTA
CONMIGO (OREGÓN)
Cuenta Conmigo es uno de esos relatos
inconfundibles e inolvidables de la geografía fílmica americana. Basada en una
de las pocas novelas no terroríficas de Stephen King, esta película de 1986 es
la moderna depositaria de Huckleberry Finn, consagrado personaje (y novela) de
Mark Twain sobre la infancia en la América rural en la época de la Gran
Depresión.
Stephen King, otro conocido escritor estadounidense preocupado por la infancia, nos narra una historia de un grupo de jóvenes que marchan del pueblo en busca de un cadáver. Todo, despojado del terror típico de King, huele a nostalgia de juventud (uno de los temas más recurrentes del escritor estadounidense) y a aventuras fuera de la civilización con un grupo de niños que, como en El Señor de las Moscas, viven bajo sus propios criterios y se rigen con una moral distinta al del mundo de los adultos.