lunes, 28 de noviembre de 2016

Ocurrió donde nunca pasa nada: relatos de la vida rural en Estados Unidos. Parte 2: Entre campos de cultivo y tierras yermas. Road Movies.

Hoy ponemos unas cuantas tierras lejanas y olvidadas en movimiento: hoy nos subimos a un tren (el tren del cine) y contemplamos los pueblos que van quedando atrás en el espacio y en el tiempo. Observamos cómo los temas principales de estas películas (la juventud y la vejez, y el paso de las etapas de la vida) se solapan metafóricamente con el género en el que se enmarcan: las road movies.


UNA HISTORIA VERDADERA (IOWA/WISCONSIN)


“Cuando mis hijos eran pequeños solía jugar a un juego con ellos. Le daba una ramita a cada uno y les decía: “rompedla”. Podían hacerlo, era muy fácil. Luego les decía: “atadlas todas juntas y tratad de romperlas ahora”. No podían. Entonces les decía: “esas ramitas juntas es la familia”.”

Atípica pero exitosa película de David Lynch (1999) dentro de su extraña y singular filmografía. Basada en una historia verdadera sobre un granjero que viajó 500 kilómetros, desde Iowa hasta Wisconsin, montado en su cortacésped para poder reconciliarse con su hermano antes de la muerte de este. Preciosa road movie sobre la expiación de las culpas y la recapitulación de las enseñanzas de toda una vida. También una oportunidad para poder contemplar los vastos campos de cultivo de Iowa y sus pequeños pueblos grajeros.


NEBRASKA (MONTANA/DAKOTA)

Una vuelta de tuerca a Una Historia Verdadera de Lynch: esta película de Alexander Payne de 2013 nos muestra la necesidad de acercamiento de los ancianos. Como la anterior, esta se centra en una historia curiosa pero común: un viaje de capitulación por parte de un anciano y la necesidad de comprensión, a modo de despedida, del hijo hacia el padre.


Rodada en blanco y negro para captar la pérdida de color en la vida, la desesperanza y la decadencia de una mente que poco a poco se va apagando.

Pese a que llegó a acumular un sinfín de nominaciones, con pocos premios pudo alzarse finalmente la película. El más importante, sin duda, el premio al mejor actor en el festival de Cannes para el protagonista, Bruce Dern.


ARIZONA BABY (ARIZONA)

“Si funciona será la primera de un viaje de operaciones por todo el suroeste: seguiremos hasta que nos podamos retirar… o hasta que nos cacen.  En cualquier caso, tendremos la vida resuelta”.


Se trata de una comedia negra que se ríe del resto de dramas sobre delincuentes provincianos y vida rural en América.

Alocadísima, esta singular road movie de los hermanos Coen (1987) cuenta con una de las mejores interpretaciones de toda la carrera de Nicholas Cage (irregular actor Hollywoodiense).


CUENTA CONMIGO (OREGÓN)

Cuenta Conmigo es uno de esos relatos inconfundibles e inolvidables de la geografía fílmica americana. Basada en una de las pocas novelas no terroríficas de Stephen King, esta película de 1986 es la moderna depositaria de Huckleberry Finn, consagrado personaje (y novela) de Mark Twain sobre la infancia en la América rural en la época de la Gran Depresión.


Stephen King, otro conocido escritor estadounidense preocupado por la infancia, nos narra una historia de un grupo de jóvenes que marchan del pueblo en busca de un cadáver. Todo, despojado del terror típico de King, huele a nostalgia de juventud (uno de los temas más recurrentes del escritor estadounidense) y a aventuras fuera de la civilización con un grupo de niños que, como en El Señor de las Moscas, viven bajo sus propios criterios y se rigen con una moral distinta al del mundo de los adultos.