lunes, 20 de septiembre de 2010

Studio Ghibli

Studio Ghibli es un estudio japonés de animación con sede en Tokio y formado por 150 trabajadores. Sus películas son alabadas en todo el mundo y se conocen por ser bonitas, curiosas, emotivas y salvajemente imaginativas.

Las cuidadas producciones de estos estudios suelen estar destinadas para público infantil, sin embargo, la intertextualidad, las abundantes referencias a elementos épicos, literarios, su carga moral y los secretos que esconden (amén de sus innumerables lecturas) hacen que sean disfrutadas también por adultos en igual o mayor medida.

El nombre de los estudios (pronunciados 'ji-bree' o 'ji-bu-ri' en su japonés original) se refiere al apodo que los italianos utilizaban para referirse a sus aviones de exploración del Sahara en la II Guerra Mundial, que también describe el viento arenoso y caliente de dicho desierto. La historia que explica el nombre dice que cuando Hayao Miyazaki creó el estudio en 1985 junto con Isao Takahata, querían expresar que ellos estaban “soplando un nuevo viento” en la historia de la animación. Y desde luego lo hicieron…

Hoy os ofrezco el listado completo de las películas producidas y realizadas por estos maravillosos estudios en sus primeros 35 añitos de vida con una pequeña reseña de cada una. Asimismo os animo a verlas y a dejaros empapar de su imaginación y belleza sin fin.

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Nausicaä del Valle del Viento (Hayao Miyazaki, 1984)

Es la adaptación de una serie de comics manga del mismo director en la que un reino se ve amenazado por una misteriosa nube tóxica. El resultado es una temprana muestra del denominador común de los estudios: fantasía infantil y denuncia medioambiental.

El castillo en el cielo (Hayao Miyazaki, 1986)

Piedras mágicas, agentes secretos del gobierno, piratas, fortalezas inconquistables, misteriosas razas desaparecidas… Una de las aventuras más entretenidas, clásicas y sencillas de Miyazaki. Aún así, la historia se deja influenciar por la intertextualidad con elementos y personajes de otras obras como “Laputa”, la isla flotante de los viajes de Gulliver, o el personaje creado por Maurice Leblanc, Arsenio Lupin (caballero y ladrón).

La tumba de las luciérnagas (Isao Takahata, 1988)

¿Qué ilumina más, la luz de una luciérnaga o la que genera una bomba al explotar? Conmovedora hasta decir basta, narra las peripecias de dos hermanos para sobrevivir a la I Guerra Mundial en Japón. A éste tipo de producción se refería el maestro Miyazaki cuando afirmaba que “las almas de los niños son las depositarias de la memoria histórica de las generaciones anteriores”.

Mi vecino Totoro (Hayao Miyazaki, 1988)

Otra película de Miyazaki con un curioso personaje creado que muestra que lo sobrenatural y lo mágico solo está ahí para los inocentes ojos de los niños que saben dónde buscar. Totoro, un conejo gordo y gigante ayudará a unos niños cuya madre yace en el hospital enferma.

Una de las películas bandera del estudio y recientemente estrenada en la gran pantalla en nuestro país.

Nicky, la aprendiz de bruja (Hayao Miyazaki, 1989)

Una historia de aventuras recalcada por el aprendizaje: el aprendizaje de lo que significa la experiencia y la responsabilidad que da la independencia. Además de la amistad. Sincera y dulce, como siempre.

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Recuerdos del ayer (Isao Takahata, 1991)

Una joven viaja al pueblo donde pasó los mejores momentos de su vida. Viviendo intensamente su presente, recordará los felices momentos de su pasado mientras mira en desconcierto hacia el futuro.

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Porco Rosso (Hayao Miyazaki, 1992)

La temática de la guerra vuelve a aparecer en éste film protagonizado por un curioso personaje que lucha como aviador contra la piratería en el Adriático en periodo de entreguerras.

Una bonita fantasía histórica que ya prepara secuela para el 2012. El escenario no será ni más ni menos que la Guerra Civil Española.

Puedo escuchar el mar (Tomomi Mochizuki, 1993)

Una de las obras menores del estudio, probablemente por ser una producción destinada a la televisión. Pese a que lo que narra es demasiado nimio, está bien narrada y puede resultar entrañable para muchos.

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Pompoko (Isao Takahata, 1994)

Una de las películas más extrañas de los estudios por el planteamiento que hace de los valores que muestra. Puede resultar demasiado ambigua para los niños y demasiado infantil para los adultos, no obstante sabe llegar a los ojos de los espectadores, y el epílogo final ofrece todas las claves y secretos de la película.

Susurros del corazón (Yoshifumi Kondo, 1995)

Bonita y entrañable historia sobre los vínculos de la lectura y la música y, en definitiva, la amistad.

Una joven descubre que todos los libros que ha cogido de la biblioteca han sido previamente prestados a una misma persona…

La princesa Mononoke (Hayao Miyazaki, 1997)

Épica y poética obra, y una de las más transcendentes del estudio hasta la época. Convertida en película de culto desde el momento de su estreno, el film nos narra la lucha de los animales contra el ser humano, que va destruyendo poco a poco su medio.

Su único defecto es su excesivo metraje (poco más de dos horas).

Mis vecinos los Yamada (Isao Takahata, 1999)

Una curiosidad dentro del grupo. Difiere del resto en dos sentidos que la hacen particularmente especial: el primero, que no narra una historia lineal, en el sentido clásico de la palabra, sino que se trata de una serie de secuencias o “gags” que muestran divertidos episodios de la familia Yamada. En segundo lugar, la animación. El trazo del dibujo tiene más que ver con un borrador que con la calidad gráfica de otras producciones de los estudios. El resultado satisface y divierte, recordándonos a su vez a series japonesas de nuestra infancia como “Doraemon” o “Shin Chan”.

El viaje de Chihiro (Hayao Miyazaki, 2001)

Una de las películas bandera de los estudios y la que más premios ha cosechado hasta la época.

Sin escatimar en imaginación, Miyazaki nos narra una historia en la que una niña y sus padres, camino de una mudanza, atraviesan un extraño túnel sin sospechar el extraño y surrealista mundo que les espera al otro lado.

Puede llegar a ser conmovedora y aterradora al mismo tiempo.

Haru en el reino de los gatos (Hiroyuki Morita, 2002)

Sin demasiadas pretensiones, ésta película está destinada a un público de más temprana edad, pero como todas las producciones del estudio, también puede ser disfrutada por un adulto.

Una fábula sencilla, tanto en cómo está narrada como en la animación.

El Castillo Ambulante (Hayao Miyazaki, 2004)

Miyazaki pretende volver al panorama internacional con esta nueva joya de la imaginación que pueda ser producida por un sueño lúcido y surrealista.

Imaginativa, salvaje y emocionante.

Cuentos de Terramar (Goro Miyazaki, 2006)

El hijo de Miyazaki, que había renunciado a seguir los pasos de su padre haciéndose arquitecto, debutó finalmente con ésta película…

Ponyo en el acantilado (Hayao Miyazaki, 2008)

Considerada por muchos una versión moderna de “La Sirenita” (con bruja del mar y todo), narra la tierna historia de amistad de un niño y un pez.

Pese a que no tiene la carga épica de otras producciones de éstos estudios, Ponyo pasará a la historia por ser una superviviente que en plena era digital nació de nada menos que 160.000 dibujos hechos a mano.

The Borrowers (Hiromasa Yonebayashi, 2010)

La más reciente producción se estrenó en Japón este verano. Trata de unos seres diminutos que viven bajo una casa inglesa y pasan desapercibidos tomando prestado (borrowing, en inglés) cosas de los humanos hasta que, un día, son descubiertos…

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En definitiva, los estudios Ghibli han sido en estos 35 años una fuente inagotable de imaginación y productos cuidadamente elaborados, desde las manos de 150 hombres, al corazón de millones y millones de niños y adultos.

2 comentarios:

Inma dijo...

Creo que esta noche veré "El viaje de Chihiro", que la tengo en el HDD pendiente con tantas otras ... ^^

Solo he visto la de Totoro, y me dejó con ganas de ver más de Miyazaki. Los japoneses tienen un dominio especial de la emotividad y el surrealismo.

Te recomiendo "Yuki y Nina", que no es animación y tampoco es del todo japonesa (franco-japonesa) pero transmite muy bien la visión que tienen unas niñas del mundo de los adultos (con ciertas dosis de surrealismo).

Jesús Ibáñez dijo...

Tomo nota!
Y buena elección Chihiro, probablemente de las más surrealistas del estudio, pero genial y mucho más en HD.