lunes, 10 de marzo de 2008

La Trilogía de la Vida

Así se llamó el conjunto de tres películas dirigidas por Pier Paolo Pasolini ya cercano su desgraciado asesinato en la playa de Ostia, en Italia.


Las tres películas, independientemente la una de la otra, estan formadas por una serie de relatos o historias breves, y unidas por un común denominador: la vida, que posee a su vez otros temas que caracterizan esta obra magna: la sexualidad, el amor, la lujuria, el placer, el engaño, la inocencia, la ingenuidad, la juventud, la vejez, , la muerte y, a fin de cuentas, lo sagrado y lo profano. Y cada una de las tres películas, tiene algo de especial y particular: su localización en el mundo.


La primera de ellas, "El Decamerón", está situada en la Italia moderna. Aquí sobresaldrán algunos temas más que otros como la religión y el sexo, o el sexo y la sociedad. Las historietas que componen esta primera parte de la trilogía son intercaladas con la creación de un fresco en una Iglesia italiana.

La segunda obra, "Los cuentos de Canterbury", se localiza en Gran Bretaña. En esta, un grupo de peregrinos se dirige a Canterbury y se intercambian historias; por otro lado, un desafortunado escritor (el propio Pasolini) trata de buscar inspiración.

La última pieza de la trilogía, "Las mil y una noches", es la ginda febril y desgarradora, romántica y poética. Situada en la zona árabe, los relatos narrados girarán en torno a una historia principal. En ella, un joven emprende un largo viaje lleno de obstáculos y trampas para dar con su amada, su joven esclava que fue secuestrada de su casa. La imagen de arriba pertenece a esta tercera obra.


Estas tres películas están basadas a su vez en tres obras literarias homónimas con un grandísimo e innegable valor para la literatura universal. Su razón de ser es el "exemplum", medio de transmisión en la narrativa medieval en la que una persona da consejo a otra segunda a través de cuentos moralistas (que es, al fin y al cabo, lo que tenemos en las películas).
Por último, añadir el hecho de lo personal del autor, Pasolini, que pese a que la tela (o los relatos e historietas contadas en cada una de estas películas) no está creada por él, el director y solo el director será quien pondrá el hilo y la aguja para unirlas de manera magistral y conmovedora, con el único objeto de enseñarnos qué es la vida (o de dónde viene) y, por qué no, de entretenernos con su ejemplar pulso narrativo.

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