jueves, 12 de enero de 2012

Mis joyas del Cine Mudo (IV): La pasión de Juana de Arco

Indudablemente una de las mejores películas de la historia del cine. Un ejercicio magistral sobre el espacio cinematográfico basado exclusívamente en el uso de la cámara y las expresiones faciales de los protagonistas, especialemente de Juana de Arco, interpretada por Renée Jeanne Falconetti y considerada por muchos artistas y revistas especializadas la mejor interpretación femenina de la historia.

Como muchas otras películas de su época, el negativo original de La Pasión de Juana de Arco se destruyó en un incendio. Durante años, su creador, Carl Theodor Dreyer, la buscó por todo el mundo e intentó reconstruirla sin exito. Medio siglo después de su desaparición, una copia en un excelente estado fue encontrada en un depósito en las cercanías de una institución mental de Oslo.

En todo ese tiempo, Dreyer sufrió numerosas crisis personales y depresiones profundas. Pese a todo ello su obra nos ha llegado íntegramente y se le considera uno de los maestros directores del cine, padre cinematográfico de Ingmar Bergman y abuelo de Lars Von Trier.

Pero, por ironías del destino, el maestro murió creyendo que su obra estaba perdida para siempre.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me he quedado anonadado con la imagen de juana. Si la miro demasiado pudiera llorar, y después con lo de Dreyer casi caer rendido al suelo. Muy Buena reseña Ibáñez.