Hoy hablaremos de King Kong, personaje que se remonta en la historia del cine a 1933, cuando Merian C. Cooper y Ernest B. Schoedsack llevaron a cabo una curiosísima e increible película. La idea era sencilla y monstruosa a la vez: ¿Qué pasaría si llevasemos a la bestia a la ciudad, y esta consiguiese escapar? El resultado fue esta película que, pese a que los efectos especiales estén pasados de moda y sean algo arcáicos, como buenos cinéfilos no hay que dejar de verla, y compararla, a ser posible, con la segunda mejor adaptación de la criatura para el cine: la de Peter Jackson en el año 2005.
VERSIÓN 1933
VERSIÓN 2005
Y mientras tanto, hay quien no se queda impasible y trata de hacer que el monstruo NUNCA NUNCA muera:
No dejen de ver el vídeo promocional de canta-humor Riki López, es tronchante:
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